No cabe duda de que la fachada es uno de los elementos más importantes de cualquier edificación. Por un lado, desempeña un papel esencial en el diseño y en el aspecto del edificio. Por otro lado, soporta las inclemencias del tiempo y aísla la vivienda del exterior. Por todos estos motivos, una de las decisiones más importantes a la hora de acometer un proyecto es elegir los azulejos para fachadas exteriores adecuados, tanto por diseño como por presentaciones técnicas.
En este artículo os daremos las claves para elegir el revestimiento adecuado y os explicaremos los tipos de instalación más eficientes desde el punto de vista energético.
Y por supuesto, os desvelaremos cuales son los azulejos para una fachada exterior más actuales.
Ventajas de la baldosa porcelánica en fachadas
Gracias a los avances técnicos cada vez hay más tipos de revestimientos para fachadas, materiales ‘tecnológicos’ que han ido sustituyendo a los recubrimientos clásicos, como son la piedra o la madera. Dentro de estas opciones que se han desarrollado a lo largo de los últimos años, el gres porcelánico es, sin duda, uno de los más utilizados en todo tipo de proyectos. ¿Qué lo hace tan especial? Veamos algunas de sus ventajas:
- Resistencia. Sin duda uno de los puntos a favor del uso del porcelánico como revestimiento de fachadas es su resistencia, tanto a los golpes, como al viento o a las temperaturas más adversas.
- Impermeabilidad. El gres porcelánico es un material muy compacto y no poroso. Por tanto no absorbe agua, algo fundamental para mantener su estructura y apariencia aún estando a la intemperie.
- Seguridad. No solo resistente al agua, sino también al fuego. El porcelánico es un material ignífugo que no se quema ni se derrite. Por tanto contribuye a aumentar la seguridad del proyecto. Además, no emite humos tóxicos ni para el hombre ni para el medioambiente.
- Ligereza. Uno de sus puntos a favor es su ligereza, sobre todo en los modelos menos espesorados. Se trata de un material mucho menos pesado que otros como la piedra, por lo que admite, además, más tipos de instalación.
- Variedad de diseños. Como ya sabrás, el porcelánico puede adoptar casi cualquier aspecto y te permite contar con la apariencia de la madera, la piedra natural, el metal o el cemento sin renunciar a las presentaciones de los materiales más avanzados.
Tipos de fachada con porcelánico
Como hemos visto, una de las grandes ventajas del porcelánico como azulejo de fachada es su versatilidad. Así, permite diferentes formas de instalación, según el tipo de fachada. Estas son algunas de las más populares.
Fachada tradicional
Los azulejos se aplican directamente con el mortero sobre el muro del edificio e incluye anclajes para mayor seguridad. Son rápidas de instalar, pero menos eficientes desde el punto de vista energético al no disponer de cámara de aire o sistema de aislamiento.
Fachada SATE
La fachada SATE o sistema de aislamiento técnico exterior consiste en la colocación de paneles aislantes para conformar el muro de cerramiento de la vivienda. Este sistema se puede completar con la instalación de un revestimiento exterior y el azulejo porcelánico es uno de los más utilizados.
En este sistema eficiente desde el punto de vista energético los paneles aportan el aislamiento térmico y acústico necesario. En cuanto al revestimiento, además de contribuir al diseño final del edificio proporciona las ventajas propias del porcelánico: resistencia, facilidad de limpieza, durabilidad…
Fachada ventilada
Este tipo de fachada da un paso más, ya que se deja una cámara ventilada entre el aislamiento y el revestimiento. Se considera el sistema más eficiente, ya que elimina los puentes térmicos, la condensación y evita la humedad.
Sin duda, se trata del sistema más popular en grandes proyectos, tanto de arquitectura residencial como comercial. Destaca por su bajo mantenimiento, por aumentar la vida útil de la fachada y por contribuir a mejorar su estética. No en vano,
es un sistema enormemente versátil desde el punto de vista del diseño, ya que permite combinar el porcelánico con otras estéticas y materiales.
Fachadas modernas con azulejos de gres porcelánico
Ahora que ya conocemos las ventajas de los azulejos de gres porcelánico para exterior y hemos elegido el tipo de fachada, llega la hora de elegir los aspectos de los azulejos porcelánicos para lograr un resultado actual en tu remodelación o proyecto.
Fachadas de piedra con un look actual
La piedra natural ha sido uno de los materiales predilectos como revestimiento de fachada a lo largo de la historia. El gres porcelánico permite disponer e incluso actualizar su estética, pero sin los inconvenientes de la piedra original (elevado precio, material pesado, fragilidad en algunos casos…).
Así, los azulejos imitación piedra para exteriores son un aliado natural de las fachadas exteriores más actuales y permiten integrar un edificio en su entorno natural. Entre las colecciones de Aparici encontramos piezas que actualizan las texturas de piedras como la pizarra, el mármol, el travertino o las cuarcitas.
Revestimiento metalizado
Los azulejos efecto metálico ofrecen, sin duda, un look rompedor para tu proyecto si se utilizan como revestimiento de fachada. Y es que el efecto oxidado o envejecido de algunos metales protagonizan una colección de azulejos que van mucho más allá del estilo industrial.
Se trata de una superficie versátil que rebosa personalidad tanto en proyectos residenciales como comerciales. En combinación con otros aspectos de azulejo permite acentuar el carácter ornamental de determinados elementos de la fachada (balcones, columnas…)
La textura del cemento para entornos urbanos
De manos del porcelánico, la textura del cemento se llena de matices y se vuelve más versátil. Este tipo de revestimiento es uno de los más utilizados en proyectos de arquitectura comercial de todo tipo por su marcada personalidad urbana.
Las tonalidades neutras de las baldosas efecto cemento las convierten en una de las superficies más versátiles. Además, las láminas de gran formato potencian la continuidad visual de las fachadas, algo muy apreciado en grandes proyectos arquitectónicos.
La calidez de la madera en una pared exterior
La textura de la madera natural nunca pasa de moda. Su uso en fachadas nos acompaña desde prácticamente las primeras edificaciones de la humanidad. Ahora, ese aspecto orgánico y artesanal gana en versatilidad con los azulejos porcelánicos imitación madera. Y es que su estética da el salto también a entornos urbanos gracias a nuevas tonalidades como los blancos o beiges.
Colores de moda para revestir una fachada exterior
El color de la fachada exterior es, sin duda, uno de los elementos que más contribuyen a la estética global y a la personalidad de un proyecto arquitectónico. ¡Las primeras impresiones cuentan! Gracias a la variedad cromática del porcelánico podemos optar por alguno de estos colores de moda.
Blancos y grises
El blanco es sinónimo de luminosidad y uno de los colores por excelencia del estilo minimalista. Ya sea en un edificio comercial o de viviendas, la fachada lucirá limpia y brillante. Además, los azulejos blancos se pueden combinar con otros colores, como por ejemplo el negro, para un resultado atemporal.
Por su parte, el gris es sinónimo de sobriedad y elegancia. Es uno de los colores más versátiles, ya que su carácter neutro permite su combinación casi con cualquier color. Entre las baldosas grises de porcelánico existen multitud de aspectos que se pueden trasladar a la fachada, desde la piedra natural o el mármol al cemento.
Beige y tonos tierra
Los beiges y tonos tierra son una de las opciones más populares al elegir el color de una fachada. Destaca su carácter natural y neutro, por lo que permiten que la edificación se integre, sin problemas, en cualquier entorno. Sinónimo de elegancia, los azulejos beige se pueden combinar con otros tonos tierra (marrones, ocres…) para lograr un resultado más dinámico.
Fachadas vibrantes en tonos azulados y rosados
Si quieres que tu proyecto no pase desapercibido puedes empezar por la fachada. Dentro de la gama cromática de los azulejos porcelánicos existen opciones vibrantes y dinámicas que rezuman personalidad. Por ejemplo, los azulejos rosas evocan a la arquitectura mexicana y combinan muy bien con la vegetación. Por su parte, el azul es un color muy versátil, ya que en función de la tonalidad puede transmitir serenidad o destacar por su carácter sobrio y moderno.